¿Picante? La revelación de Sergio Goycochea décadas después de su paso por Millonarios

Sergio Goycochea, el icónico arquero argentino que brilló en el Mundial de Italia 90, rememora su paso por Millonarios entre 1988 y 1990, desenterrando anécdotas singulares que pintan un retrato de la compleja realidad que vivía el fútbol colombiano en aquella época. En una entrevista rescatada en redes sociales, el exguardameta dejó entrever encuentros con personajes influyentes, aunque sin revelar nombres, que dejaron una marca imborrable en su memoria.

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Ante la pregunta sobre la mayor cantidad de dinero que había visto en su vida, Goycochea narró una invitación inusual: "Es complicado contarlo con nombres. Imaginemos un fanático muy apasionado de un equipo, pero con restricciones para aparecer en público. Un día me invitó a jugar a su casa en la montaña". Esta introducción ya anticipaba una situación fuera de lo común para el joven arquero recién llegado a Millonarios.

La descripción del lugar no dejó lugar a dudas sobre el poder adquisitivo del anfitrión: "Todo era impresionante: la cancha, el vestuario, la casa, incluso una residencia para sus caballos. Después del partido, donde él anotó una veintena de goles por ser el dueño, alguien me tocó el hombro para presentarme a otra persona. Yo era una novedad en el club".

El clímax de la anécdota llegó con el encuentro inesperado: "Entré a una habitación y vi a un señor rodeado de fajos de billetes, una montaña de dinero. Estaba vestido de blanco y me entregó una suma considerable, agradeciéndome por el 'picado'. Era tanto dinero que pensé que podríamos jugar uno cada semana". Esta revelación, aunque velada, sugiere la magnitud de las sumas que circulaban en ciertos círculos ligados al fútbol colombiano en aquel entonces.

Goycochea ya había compartido esta historia previamente, manteniendo siempre el anonimato del misterioso benefactor. En otra conversación, recordó: "El fútbol me llevó a lugares insólitos. La vez que vi más dinero junto fue en Colombia, jugando en la casa de montaña de un señor. Nos llevaban uno por uno a un escritorio lleno de dólares. Él tomó una cantidad y me la dio".

Más allá de estos encuentros peculiares, el paso de Goycochea por Colombia estuvo marcado por la violencia que azotaba al fútbol nacional, recordando con pesar el asesinato de un árbitro que provocó la suspensión del campeonato de 1989: "Ese año mataron a un árbitro por fallos en un partido. Yo terminé llegando al Mundial de Italia sin ritmo de competencia porque la liga colombiana se canceló".

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Aunque Goycochea ha descartado que el anfitrión de estos partidos fuera Pablo Escobar, su silencio al ser interrogado sobre Gonzalo Rodríguez Gacha, alias "El Mexicano", cuya influencia en Millonarios era notoria en esa época, alimenta las especulaciones sobre los oscuros lazos que unieron al fútbol colombiano con el narcotráfico en los años 80, una realidad que solo salió a la luz pública con la caída de los grandes capos. Las revelaciones de Goycochea ofrecen una ventana a esos tiempos turbulentos, donde el fútbol y el poder ilícito se entrelazaron de maneras insospechadas.