Por Marco Gómez

En un emocionante enfrentamiento entre Atlético Nacional y Millonarios en el estadio El Campín, la primera mitad culminó con un marcador adverso de 1-0 a favor de Millonarios y un jugador menos en las filas del Verdolaga. La expulsión de Juan Felipe Aguirre en los últimos compases de los primeros 45 minutos generó una gran polémica que dejó a los aficionados divididos.
La controversia surgió a raíz de la falta cometida por Aguirre sobre Larry Vázquez. Para muchos observadores, la falta no parecía lo suficientemente contundente como para justificar la expulsión del defensor de Atlético Nacional. Sin embargo, al analizar detenidamente la acción, se descubrió un giro inesperado en los eventos que llevaron a la expulsión.
En la revisión de la jugada, se pudo apreciar que en una segunda instancia, Daniel Giraldo fue el primero en iniciar el conflicto. Giraldo cambió momentáneamente su marca y atacó por la espalda a Aguirre, propinándole un golpe. Posteriormente, Juan Felipe Aguirre se levantó y reaccionó impactando en el rostro de Larry Vázquez.
Los expertos coinciden en que la situación era merecedora de un penal a favor de Atlético Nacional y de expulsiones tanto para Giraldo por su agresión inicial como para Aguirre por su posterior reacción. Sin embargo, la decisión del árbitro, Bismark Santiago, únicamente resultó en la expulsión de Juan Felipe Aguirre, lo que desató la polémica en el estadio y entre los espectadores.
La controversia se acentuó debido a la posibilidad de que, si el árbitro hubiera revisado la acción unos instantes antes de la agresión de Aguirre, el resultado y el rumbo del partido hubieran tomado un giro diferente. Los aficionados y expertos en el fútbol debaten acaloradamente sobre la actuación arbitral y su influencia en el desarrollo del encuentro.

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