Fútbol Colombiano

Faustino Asprilla y la Selección fueron incentivados por los narcos, ¿cuánto les iban a dar?

El exjugador colombiano se caracteriza por hablar sin pelos en la lengua.

Por Marco Gómez

El exjugador colombiano se caracteriza por hablar sin pelos en la lengua.
El exjugador colombiano se caracteriza por hablar sin pelos en la lengua.

Faustino Asprilla, una figura destacada del fútbol colombiano, desentrañó un capítulo intrigante que involucra a la élite del balompié y a los titanes del narcotráfico en una danza clandestina de negociaciones previas a la Copa del Mundo de 1994. Con una narrativa de suspenso, Asprilla reveló un encuentro clandestino donde la clandestinidad y la oscuridad eran las protagonistas.

Asegura que él y sus compañeros, en un acto más propio de una película de intriga que de una gesta deportiva, fueron guiados a una reunión secreta con Juan José Bellini, entonces presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, y tres capos indiscutibles del Cartel de Cali. Una travesía que inició con la peculiaridad de que les taparon los ojos, añadiendo un aura de misterio digna de una novela de espías.

Asprilla relata cómo, tras despojarse de sus vendas, se encontraron cenando con personajes de una dualidad inusual: líderes del fútbol y magnates de la ilegalidad. Hélmer 'Pacho' Herrera, Gilberto Rodríguez y Miguel Rodríguez compartiendo la mesa con futbolistas, marcando la paradoja de un momento que no pertenecía al terreno de juego convencional.

El punto álgido de esta historia descarnada se centra en las negociaciones monetarias. El ‘Tino’ sostuvo que la oferta económica fue tan colosal que descarta cualquier insinuación de arreglo en el partido contra Estados Unidos, donde la selección colombiana sufrió una derrota sorprendente. Con una ráfaga de revelaciones, Asprilla expone la absurda acusación de vender el partido, desafiando las afirmaciones de periodistas que sugirieron una conspiración.

Faustino Asprilla reveló la cifra que les estaban ofreciendo

Además, proporciona una dosis de perplejidad al revelar las cifras astronómicas que se discutieron en la mesa de negociación: promesas de premios por ganar el Mundial que ascendían a cifras deslumbrantes, con montos individuales. “Eso nos tocaba como de a 500.000 dólares a cada uno [más de 416 millones de pesos de la época], pero no pasamos ni siquiera de la primera ronda”, aseguró.
 


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