Por Marco Gómez
En los últimos años, el fútbol colombiano ha disfrutado del retorno de muchos de los jugadores que surgieron en las canteras de los equipos que lo conforman, luego de que estos hayan hecho sus carreras y ganado experiencia en el extranjero. Ese mismo bagaje es el que les hace acreedores de una aspiración salarial que supera en la mayoría de los casos a lo que se le paga al resto de sus compañeros de plantilla.
A pesar de que varios de estos futbolistas tienen amplia experiencia, la polémica del actuar de un niño chiquito no se aparta de ellos. Sin embargo, esto no parece ser impedimento para que los equipo se decidan por pagarles elevados sueldos. Todo lo contrario, parece que tener a jugadores con estas características en una plantilla resulta ser un atractivo.
Tal es el caso de Edwin Cardona, del cual se estima que el sueldo mensual en América de Cali sería de unos 220 millones de pesos colombianos, siendo uno de los refuerzos de mayor renombre en el reciente mercado de pases. O el caso de Teófilo Gutiérrez, quien, en su último equipo, el Atlético Bucaramanga, ganaba la suma de 70millones al mes, a pesar de que el club santandereano no tiene la capacidad económica que sí tiene Junior de Barranquilla.
Existen otros jugadores no tan polémicos, pero que igual devengan por lo alto. Como el caso de Álvaro Montero, quien mensualmente se embolsilla 100 millones de pesos por el ser el arquero de Millonarios, actual campeón de Colombia.
Pero, sin duda, el papá de todos es Carlos Bacca, el cual cobra nada mas y nada menos que unos 350 millones en el ‘Tiburón’, demostrando que el club barranquillero es el que tiene la chequera más grande del país. Todo esto, teniendo en cuenta que Juan Fernando Quintero ya no sigue en Junior, pues nadie se le acercaba a los mil millones que se le giraban mensualmente.
13/10/2024
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