Millonarios ganó, goleó y gustó, pero la historia pudo ser distinta

Si bien los partidos duran 90 minutos y en la extensión del juego se puede dar cualquier cosa, no importa cómo haya empezado el compromiso, siempre va a ser mejor iniciar con la ventaja o, en su defecto, no iniciar por debajo en el marcador tempranamente. Más en estos partidos de copas internacionales, en donde los equipos juegan a todo o nada.

Millonarios debe entender eso si quiere llegar lejos en la Copa Sudamericana, a pesar de que todo sea emoción por la contundente victoria. A nivel continental se juega a otro precio y las ventajas otorgadas suelen ser cobradas severamente.

El equipo de Alberto Gamero se tiene una confianza muy grande, algo que les permite cimentar su juego en una tocata parsimoniosa, la cual en varias ocasiones se vuelve algo tediosa. Algo que, por supuesto, es de respetar, ya que se es fiel a la filosofía que quiere imprimir el estratega en todas las categorías del club.

Sin embargo, a el conjunto capitalino no entró del todo firme en el inicio del partido y el ‘Halcón de Varela’ tuvo un par de acercamientos peligrosos, que no exigieron finalmente a Álvaro Montero, pero que fácilmente pudieron darle la ventaja inicial a la visita y obligar a Millonarios a remar contra la corriente.

Todo fue distinto gracias al primer gol de Millonarios

En ese contexto todo hubiese sido distinto, pues los argentinos tienen fama de ser buenos defensores de marcadores y más un equipo como este, que tiene una vasta experiencia en este torneo. Pero, el equipo entendió esto para el inicio de la segunda etapa y salió con más fuerza, lo que terminó provocando el penalti del primer gol de la goleada por 3-0.