Por Marco Gómez
En el fútbol nada está escrito y ningún equipo gana un partido antes de jugarse, por más diferencia que haya en los papeles. Pero, la lógica y las tendencias marcan ciertos patrones dentro de este deportes. De este modo, cualquiera pensaría que un equipo de primera división, debe ganarle a uno de segunda división en condiciones normales.
A Atlético Nacional le fue muy bien en el sorteo realizado en la noche del lunes en la ciudad de Luque, Paraguay. En este evento regido por la Conmebol, se definió la distribución de los equipo que van a hacer parte de la fase de grupos de la Copa Libertadores 2023 y el conjunto antioqueño cayó en una zona que, de antemano, parece ser accesible.
Olimpia de Paraguay, Melgar de Perú y Patronato de Argentina son los equipos con los que el ‘Verde’ peleará una de las dos plazas que otorgan un pase a la siguiente fase del certamen: los octavos de final. Sin embargo, dentro de este grupo hay una institución que presenta un caso un poco atípico en la historia de este torneo.
Se trata de Patronato, que es precisamente el primer rival del ‘Verdolaga’ en esta edición del máximo torneo continental. El ‘Patrón Negro’ está en el campeonato élite de Sudamérica, pero ni siquiera hace parte de la Primera División de su país y juega en la Primera Nacional argentina, en la que está en el puesto 14 de la clasificación con 7 puntos en 7 partidos jugados.
El equipo de la ciudad de Paraná obtuvo su tiquete a la Libertadores gracias al título de Copa Argentina que obtuvo en el 2022 al ganarle la final por 1-0 a Talleres de Córdoba, lo que significó su primer trofeo en más de 100 años de historia. En ese mismo año descendió a la segunda categoría, a pesar de haber hecho un buen papel en la liga doméstica, pero las actuaciones en ediciones anteriores lo terminaron condenando.
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